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¿Qué influencia tienen los padres en el abandono deportivo temprano?

Antes de llegar al abandono deportivo temprano debemos decir que el deporte organizado es una actividad que, antes o después, inicia buena parte de los niños y niñas de nuestra sociedad. El entorno deportivo se convierte así en un medio de influencias socializadoras que juegan un papel importante en la formación de características personales del niño; por ejemplo, en la percepción de habilidad (Torregrosa et al., 2007).


Pero de la misma manera que buena parte de los niños y niñas se inician en el deporte durante la infancia, buena parte de estos lo abandonan con el paso de los años debido, en la mayoría de los casos, a un déficit en el compromiso deportivo, que no es otra cosa que “una disposición psicológica que representa el deseo y la decisión de seguir participando en el deporte” (Scanlan, Simons, Carpenter, Schmidt, & Keeler, 1993).

Siguiendo esta definición podemos determinar que el grado de compromiso deportivo que puede tener un deportista viene determinado por el grado de diversión que obtiene de la participación deportiva, las inversiones personales, las oportunidades de implicación y las coacciones sociales, además de la influencia de las alternativas de implicación y el constructo de apoyo social.

Diversos estudios indican que la actividad deportiva de los jóvenes futbolistas es, hasta los catorce o dieciséis años, seguida de manera muy activa por sus padres, que participan activamente del fútbol de sus hijos.

La implicación de las familias en la actividad de los futbolistas hace que estos experimenten niveles más altos de comportamientos directivos que podrían considerarse eventualmente perjudiciales tanto en lo personal (exceso de crítica) como en lo que se refiere a la actividad (contradicciones con el entrenador). Sin embargo, al mismo tiempo también reciben un grado significativamente mayor de apoyo y comprensión (Torregrosa et al, 2007). Resultados semejantes en otros estudios llevan a sugerir que para que el deportista tenga una carrera deportiva satisfactoria es muy necesaria una participación positiva de las familias (Hellstedt, 1990).


En general, la participación de las familias tiene dos caras aparentemente difíciles de separar, cuanto más apoyan y más activamente se implican (participación positiva) más comportamientos directivos emiten (parte negativa) por la presión y la eventual contradicción a los técnicos. Se destaca de los resultados que mientras la participación positiva mediante el apoyo contribuye al aumento del compromiso por parte del futbolista, la participación negativa a partir de los comportamientos directivos correlaciona con una percepción de coacciones sociales para continuar con la actividad (Torregrosa et al., 2007).
Si no quieres que tu hijo llegue a casa un día diciendo que lo quiere dejar, parece recomendable dedicarse única y exclusivamente a animar y a apoyar. Para dirigir o criticar sus actuaciones ya tiene un entrenador. Si un padre o madre actúa de entrenador en vez de padre o madre entonces estará dejando a su hijo huérfano.

Bibliografía

Hellstedt, J. (1990). Early adolescent perceptions of parental pressure in the sport envieronment. Journal of Sport Behaviour, 135-144.

Scanlan, T., Simons, J., Carpenter, P., Schmidt, G., & Keeler, B. (1993). The sport commitment model: Measurement development for the youth-sport domain. Journal of Sport and Exercise Psychology, 16-38.

Torregrosa, M., Cruz, J., Sousa, C., Viladrich, C., Villamarin, F., García-Mas, A., & Palou, P. (2007). La influencia de padres y madres en el compromiso deportivo de futbolistas jóvenes. Revista Latinoamericana de Psicología, 227-237.

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